
Flujo vaginal espeso: ¿Qué significa?

Nuestro flujo vaginal tiene diferentes características, como el olor, la cantidad, el color y los síntomas que lo acompañan.
Dependiendo de estas características, cada tipo de flujo puede significar algo diferente. Te contamos más acá. 😉
¿Cuándo el flujo espeso es normal?
El flujo vaginal espeso no siempre es una señal de alarma. De hecho, en la mayoría de los casos forma parte de los cambios naturales que atraviesa el cuerpo a lo largo del ciclo menstrual. Reconocer en qué momentos es normal puede darte tranquilidad y ayudarte a identificar cuándo sí es recomendable consultar con un médico.
Algunas situaciones comunes en las que el flujo espeso es totalmente normal son:
- Durante la ovulación: en esta etapa, el flujo puede volverse más abundante y con una textura espesa o elástica. Es la forma en que el cuerpo se prepara para facilitar la fecundación.
- Antes de la menstruación: muchas mujeres notan un flujo blanco y cremoso en los días previos a la regla. Esto ocurre por el aumento de progesterona y no suele ser motivo de preocupación.
- En el embarazo temprano: los cambios hormonales pueden provocar un flujo espeso y blanquecino, llamado leucorrea. Es una forma natural del cuerpo de proteger el útero contra posibles infecciones.
- Por cambios hormonales normales: el uso de anticonceptivos o las variaciones propias de cada ciclo pueden generar flujo más espeso sin que esto represente un problema de salud.
Mientras el flujo no venga acompañado de mal olor, dolor, picazón intensa o cambios de color inusuales (como verde, gris o con sangre fuera del periodo), lo más probable es que se trate de una variación normal.
¿De dónde viene el flujo vaginal espeso?

Las glándulas del cuello del útero producen fluidos durante todo el ciclo. La cantidad de fluido secretado por estas glándulas puede hacer que el flujo vaginal sea más pegajoso o más acuoso, dependiendo de la fase de tu ciclo.

El flujo blanco y cremoso antes del periodo menstrual es especialmente común. Siempre y cuando la secreción sea inodora y no cause comezón, probablemente sea una parte normal de tu ciclo menstrual.

Antes del periodo, es probable que sea más pegajoso. Esto sucede porque, a diferencia del fluido elástico que se segrega durante la ovulación, tu cuerpo está tratando de evitar que los espermatozoides suban por el cuello uterino durante estos días. Sin un óvulo fértil a la vista, la secreción cremosa y pegajosa tiene por objeto mantener los espermatozoides alejados.

El flujo cremoso blanco o leucorrea antes de la menstruación también contiene células muertas, glóbulos blancos y bacterias. La producción de flujo ayuda a tu vagina a limpiarse de sustancias y microorganismos no deseados.

El uso de protectores diarios nos puede ayudar muchísimo para así sentirnos cómodas, libres de humedad y frescas durante todo el día, solo debemos recordar cambiarlos 3 veces al día.
¿Cuándo preocuparse por el flujo espeso?
No todos los cambios son graves, pero debes consultar a un ginecólogo si presentas:
- Picazón intensa en la vulva.
- Ardor al orinar o durante las relaciones sexuales.
- Flujo con mal olor (a pescado o muy fuerte).
- Flujo con sangre fuera de la menstruación.
- Dolor en la parte baja del abdomen.
Recuerda que automedicarte con óvulos o pastillas puede empeorar la infección. Lo mejor siempre es un diagnóstico médico.
Consejos para cuidar tu salud íntima
- Usa ropa interior de algodón y evita la ropa muy ajustada.
- Lava tu zona íntima solo con agua y jabones íntimos o neutros (evita duchas vaginales).
- Cambia con frecuencia las toallas sanitarias y los protectores diarios.
- Mantén una buena alimentación e hidrátate.
- Acude a tu chequeo ginecológico al menos una vez al año.
El flujo vaginal espeso no siempre es un motivo de alarma, muchas veces es parte natural del ciclo o del embarazo. Sin embargo, si viene acompañado de picazón, ardor, mal olor o cambios de color, es importante consultar al médico para recibir el tratamiento adecuado.
