La lactancia: sin dolor, a libre demanda y con productos que facilitan el proceso.

La lactancia materna es una experiencia única y enriquecedora tanto para la madre como para el bebé. Sin embargo, es común que surjan dudas y desafíos durante este período. Es fundamental recordar que la lactancia no debe ser dolorosa y que la libre demanda es clave para un proceso exitoso. Además, existen productos que pueden hacer que la lactancia sea más sencilla y cómoda.
La lactancia materna, en condiciones normales, no debe causar dolor. Existen varias causas comunes de dolor en la lactancia, entre ellas están:
- Agarre incorrecto: la forma correcta de hacerlo es asegurándote de que la boca del bebé esté bien abierta y cubra la mayor parte de la areola. Su barbilla debe estar contra tu pecho y la nariz libre para respirar.
- Pezones agrietados o dañados: revisa la técnica de agarre. Recuerda que puedes consultar con un profesional de la lactancia para obtener asesoramiento personalizado.
- Mastitis: El tratamiento es posible que incluya antibióticos y métodos para asegurar un drenaje adecuado del pecho afectado, consulta con tu médico de confianza en caso de experimentar dolor, hinchazón, enrojecimiento o fiebre.
- Conductos obstruidos: Es cuando un conducto lácteo se bloquea, causando un bulto doloroso en el pecho. Masajeá el área afectada, aplica calor antes de amamantar y asegúrate de que el bebé vacíe completamente el pecho.
¿Cómo prevenir el dolor en la lactancia?
- Aprende la técnica correcta de agarre.
- Prueba diferentes posiciones para amamantar.
- Prevén la congestión logrando que el bebé vacíe un pecho antes de cambiar al otro.