El síndrome de shock tóxico explicado

Imagen de una mujer hablando con un médico sobre fondo turquesa - Nosotras

Es posible que hayas oído hablar del síndrome de shock tóxico Si es así, quizás sepas que está relacionado con el hecho de usar tampones.

Es un trastorno grave, y aunque es extremadamente improbable que lo contraigas, si usás tampones o planeás usarlos es muy importante que tengas todos los datos, para que sepas qué evitar y con qué tener cuidado.

Aún siendo un trastorno muy raro, el síndrome de shock tóxico o SST es una enfermedad muy grave. Es provocado por una toxina producida por una bacteria que normalmente se encuentra en nuestro cuerpo. Si esta bacteria penetra en el cuerpo, puede tener consecuencias extremadamente importantes. Por eso, la higiene es fundamental a la hora de usar tampones. Lavate siempre las manos antes de desenvolver o insertar un tampón y después también.

El SST a menudo está asociado al uso de tampones, pero puede afectar a cualquier persona de cualquier edad. [1] Se considera que los jóvenes están particularmente en riesgo, ya que es posible que todavía no hayan desarrollado suficientes anticuerpos para combatir la toxina. Si bien mujeres de todo el mundo usan tampones sin experimentar ningún problema de salud, se estima que la mitad de los casos de SST se relacionan con la menstruación, aunque la investigación aún no ha arrojado ninguna luz sobre qué es lo que causa la relación entre los tampones y el SST. En realidad, los tampones no transportan la bacteria que produce el SST, pero su uso ha estado asociado con un mayor riesgo de que ocurra.

Mientras que el SST puede darse con el uso de tampones de cualquier absorción, el riesgo aumenta si usás tampones de gran absorción. [2] Por eso, siempre debés elegir la menor absorción que se ajuste a tu flujo. Esto no solo reducirá el riesgo de SST, sino que también hará que sacarte un tampón sea mucho menos incómodo. Así que en lugar de pensar “más vale prevenir que curar”, y optar por el tampón de mayor absorción, es mejor elegir la menor absorción que se ajuste a tu flujo.

No desenvuelvas el tampón hasta estar lista para usarlo. Después de lavarte las manos, desenvolvé un tampón limpio justo antes de usarlo, y no lo manosees ni lo coloques sobre ninguna superficie antes de insertarlo. Si tuviste un tampón en el bolso durante un tiempo y el envoltorio se rompió, tirá ese tampón. Si el envoltorio está rajado, el tampón podría haberse contaminado con bacterias y provocar infección.

Pero existen otras precauciones que podemos tomar para reducir el riesgo de SST. Usá tampones solo cuando estés segura de que tenés tu período, no cuando sospeches que estás a punto de empezar, y nunca para el flujo vaginal diario. No insertes el tampón si te duele, y nunca insertes más de uno a la vez. Cambiá de tampón de forma regular, preferiblemente cada cuatro horas. La máxima cantidad de tiempo que deberías usar un tampón es 8 horas.

Idealmente, por la noche usá una toalla femenina Saba cuando te vayas a la cama en lugar de un tampón, o si lo usás, ponete uno nuevo antes de acostarte, asegurándote de sacártelo 8 horas después como máximo. En lo posible, alterná los tampones con las toallas femeninas durante tu período. Y asegurate siempre de sacarte el tampón cuando termine tu período.

Es importante tener perspectiva acerca de este asunto. El SST es extremadamente raro. No obstante, saber qué síntomas buscar es muy importante. Porque mientras que en algunos casos aislados el SST puede ser fatal, si se diagnostica y se trata pronto, existe una alta probabilidad de recuperación. [3]

Los síntomas de SST pueden incluir una alta fiebre repentina, diarrea, vómitos, síntomas semejantes a los de la gripe, mareos, color rojo brillante en la parte blanca de los ojos, los labios y la lengua y/o un sarpullido similar al causado por una quemadura solar. [4] El SST empeora muy rápidamente. Si tenés estos síntomas, deberías sacarte el tampón inmediatamente y buscar ayuda médica lo antes posible, explicándole a tu médico que estás menstruando. Casi todo el mundo se recupera totalmente con tratamiento.