¿Cuánto tiempo se puede usar un tampón?

Si es la primera vez que usás un tampón, es completamente normal tener preguntas como esta. El tiempo que podés dejarte puesto un tampón depende de la etapa del período en la que estés, y también de la cantidad de flujo que tengas. Lo ideal es cambiar los tampones más o menos cada cuatro horas. Si te das cuenta de que necesitás cambiarlo con mayor frecuencia para evitar manchas, tal vez necesites usar uno con mayor absorción. El tiempo máximo que podés tener colocado un tampón es de ocho horas.

Siempre tenés que cambiar tu tampón antes de que comience a haber escapes de flujo y te puedas manchar. Por eso, cuando el hilo comienza a mojarse, es momento de colocar uno nuevo. Por lo general, el sangrado es más abundante al comienzo de cada período, por lo que es posible que tengas que cambiarte el tampón con mayor frecuencia los primeros días.

No hay ningún problema en usar un tampón a la noche. Pero es importante que no te lo dejes por más tiempo del recomendado. Por eso, usá uno nuevo antes de irte a la cama y poné la alarma para sacártelo ocho horas más tarde. Si preferís dormir hasta tarde o no sos tan organizada, será más seguro que uses toallas femeninas durante la noche. Usar un tampón por más de ocho horas puede aumentar tu riesgo a contraer el síndrome de shock tóxico; por eso es importante evitarlo.

Debés sentirte segura para poder disfrutar de todos los deportes y actividades que desees mientras usás un tampón. Eso es porque está discretamente oculto y se quedará en su lugar por más que te muevas. Pero tu zona íntima podría transpirar después de practicar deportes; eso atrae bacterias y te hace más propensa a infecciones. Cambiá tu tampón por uno nuevo en cuanto hayas terminado. Asegurate de tener desinfectante de manos, en caso de que las instalaciones para cambiarse no sean muy higiénicas.

A diferencia de las toallas femeninas, podés usar tampones cuando nadás, por lo que no tendrás que preocuparte por manchar tu traje de baño. Ponete un tampón nuevo justo antes de nadar, y asegurate de que el hilo esté bien oculto bajo tu traje de baño para que no se vea. Y siempre retirá el tampón lo antes que puedas al salir del agua. Tu tampón absorberá agua de la piscina, por lo que después ya no será tan efectivo. Desde el punto de vista higiénico, es mejor cambiar un tampón que podría haber absorbido bacterias junto con el agua.

El tiempo que puedas tener colocado un tampón variará dependiendo de la fase del ciclo en la que estés y de la cantidad de flujo. Lo ideal es que cambies tu tampón cada cuatro horas. Si te das cuenta de que necesitás cambiarlo con mayor frecuencia para evitar manchas, tal vez necesites usar uno con mayor absorción.

Es seguro usar un tampón durante la noche, pero es importante no usarlo por más tiempo del que es seguro, o sea ocho horas. Por eso, usá uno nuevo antes de irte a la cama y poné la alarma para sacártelo ocho horas más tarde. Si preferís dormir hasta tarde o no sos tan organizada, será más seguro que uses una toalla femenina durante la noche.

Podrás hacer todos los deportes y cualquier otra actividad que desees mientras usás un tampón. Pero tu zona íntima podría transpirar después de practicar deportes; eso atrae bacterias y te hace más propensa a infecciones. Pero deberás cambiar tu tampón en cuanto hayas terminado. Colocate un tampón limpio justo antes de nadar y cambialo lo antes que puedas una vez que salgas del agua.

El sangrado suele ser más abundante al comienzo de cada período, por lo que es posible que tengas que cambiarte el tampón con mayor frecuencia los primeros días. Si te das cuenta de que necesitás cambiarte el tampón cada menos de cuatro horas, es posible que tengas que usar un tampón de mayor absorción.