Adenomiosis y endometriosis, ¿conoces la diferencia?
El funcionamiento normal del sistema reproductor femenino consiste en que el revestimiento del útero crece y se engrosa durante el ciclo menstrual, para luego desprenderse durante el período. Cuando las células del revestimiento uterino se extienden a lugares donde no deberían, pueden desarrollarse afecciones ginecológicas como la adenomiosis y la endometriosis.
Dado que comparten síntomas, es muy común que estas dos condiciones se confundan. Además, pueden ocurrir simultáneamente, lo que dificulta un diagnóstico preciso. Aunque la adenomiosis y la endometriosis puedan parecer similares, afectan diferentes partes del cuerpo y, por lo tanto, pueden requerir tratamientos distintos.
En el caso de la adenomiosis, las células crecen profundamente en el tejido muscular del útero; continúan funcionando como de costumbre y sangran cuando las hormonas indican que es tiempo de menstruación. Esto provoca que el útero se engrose y puede causar dolor, sangrado menstrual abundante y cólicos severos. La inflamación crónica del útero también puede influir en su desarrollo.
Síntomas:
- Dolor pélvico o abdominal persistente, especialmente durante la menstruación.
- Cólicos menstruales severos que empeoran con el tiempo.
- Sangrado menstrual abundante y prolongado (menorragia).
- Hinchazón abdominal o sensación de presión en el bajo vientre.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
El período suele ser más abundante y prolongado de lo normal, con sangrado intenso que puede durar más de siete días. Es común que los cólicos sean más severos y persistentes, empezando incluso días antes del inicio del sangrado y continuando durante el ciclo. La menstruación puede venir acompañada de coágulos y causar una sensación de pesadez en el abdomen.
En el caso de la endometriosis, las células crecen fuera del útero y se pueden encontrar en otros lugares, como los ovarios, las trompas de Falopio, el intestino o incluso la vejiga. Las células desplazadas siguen funcionando de la misma manera: se engrosan y sangran durante el período, lo que provoca que el tejido circundante se inflame y se formen cicatrices.
Síntomas:
- Dolor pélvico crónico, especialmente durante la menstruación.
- Cólicos menstruales intensos que pueden empeorar con el tiempo.
- Dolor durante o después de las relaciones sexuales.
- Dolor al orinar o defecar durante el período.
- Sangrado menstrual abundante o irregular.
- Problemas digestivos, como diarrea, estreñimiento o hinchazón, especialmente durante la menstruación.
- Infertilidad, que es común en casos más graves.
El período suele ser más doloroso e intenso de lo normal, con cólicos muy fuertes que pueden durar varios días antes, durante y después del ciclo. El sangrado puede ser abundante y prolongado, a veces con coágulos. Algunas personas también experimentan sangrado entre períodos, lo que complica aún más los síntomas.
Tanto la adenomiosis como la endometriosis son afecciones que pueden incidir significativamente la calidad de vida, pero con un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado, es posible manejar los síntomas y mejorar el bienestar. Si experimentas síntomas persistentes o inusuales relacionados con tu ciclo menstrual, es fundamental consultar a un profesional de la salud para obtener una evaluación oportuna. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia en el manejo de estas condiciones.