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Es posible que no se hable mucho sobre el flujo vaginal, pero es probable que sea algo con lo que estés familiarizada. Y ya sea que experimente flujo maloliente, acuoso, blanco o amarillo, tenemos todo lo que necesitas saber sobre cada tipo y lo que significa.

¿Alguna vez has sentido una humedad repentina en la ropa interior y pensaste que había comenzado tu período, solo para darte cuenta de que era algo completamente diferente? ¡Pues, la mayoría de nosotras hemos estado allí! Pero, ¿qué es este líquido y cuándo hay que preocuparse por él?


En pocas palabras, estamos hablando del flujo vaginal, que está formado por pequeñas glándulas ubicadas dentro de la vagina y el cuello uterino. [1] Si bien puede tomarnos por sorpresa de vez en cuando, el flujo vaginal es completamente natural; de hecho, juega un papel muy importante en nuestra salud. Esto se debe a que ayuda a mantener la vagina limpia y húmeda, y al mismo tiempo la protege de infecciones al eliminar las células viejas y bacterias. [2]


La descarga cambia a lo largo del ciclo menstrual en textura, cantidad, olor y color: ¡nuestros cuerpos son increíbles para adaptarse a lo que necesitan en diferentes momentos! Sin embargo, también puede ser un aviso de que algo molesta nuestra vagina.


Entonces, ¿qué es normal y qué no? ¡Es hora de echar un vistazo más profundo!

¿Es normal el flujo blanco, claro, amarillo o acuoso antes de su período?

El flujo saludable suele ser transparente, de color amarillo pálido o blanco lechoso, según la etapa de tu su ciclo menstrual. La cantidad y textura también variará, pero tiende a ser más abundante, transparente y gelatinoso durante la ovulación. Alrededor del período, generalmente es más de un color blanco, aunque también se puede experimentar una descarga marrón.


En otros momentos del ciclo, la descarga puede ser resbaladiza como claras de huevo o con una textura un poco más grumosa. Cuando se trata de oler, es normal que sea un poco agrio, como cuando se deja un poco de leche o yogur durante demasiado tiempo.


Cada Zona-V (vagina, vulva y frente en forma de V que puedas ver) es única, por lo que es importante prestar atención y tomar nota de lo que es normal para ti. Haciendo esto será más probable que se detecte un cambio desconocido que pueda necesitar atención médica.

Qué hacer sobre la descarga

Mientras te laves la vulva y cambies de ropa interior todos los días, normalmente no deberías tener que hacer nada especial para lidiar con el flujo. Sin embargo, algunas personas no se sienten cómodas con esa sensación de humedad en los pantalones y prefieren usar forros durante todo el día.


Las vaginas se limpian solas, por lo que no es necesario lavarse el interior (comúnmente conocido como "ducha vaginal"). De hecho, es una muy mala idea, ya que las duchas vaginales pueden alterar el pH vaginal natural y el equilibrio de las bacterias, lo que podría provocar condiciones desagradables como la candidiasis o la vaginosis bacteriana.


El uso de jabones perfumados, baños de burbujas y geles de ducha también puede causar un flujo vaginal anormal, especialmente si tienes una Zona-V sensible. Es por eso que algunas mujeres prefieren ir con lavados íntimos (como nuestros geles de lavado Daily V-CareTM), que también ayudan a mantener el pH natural de la vulva y te mantienen fresca y cómoda incluso después de la ducha.

¿Qué tipo de flujo no es normal?

Si bien las vaginas no hablan, tienen sus formas de avisarnos cuando algo está mal.

Flujo vaginal de color extraño o textura diferente

Si de repente se nota que tu secreción cambia de color o textura fuera de lo normal, podría ser una señal de alerta de una infección, por lo que es mejor que el médico la revise. Los signos comunes a menudo incluyen un cambio de color a verde, gris o amarillo.


Del mismo modo, si tu flujo vaginal se vuelve de repente muy espeso (un poco como el queso cottage) o de una textura espumosa, podría indicar candidiasis u otro tipo de infección vaginal.

Flujo vaginal maloliente

Si la secreción comienza a oler notablemente mal o incluso a pescado, es una buena idea acudir a un profesional médico. Esto no significa que el flujo saludable deba oler a rosas (¡porque definitivamente no es así!), pero si de repente sientes un olor particularmente desagradable, podría significar que tu vagina está en problemas.


Aprender a conocer tu Zona-V lleva tiempo, pero eventualmente descubrirás qué es lo normal para ti. Detectar cualquiera de estas diferencias con el flujo puede ser preocupante, pero la buena noticia es que la mayoría de las infecciones vaginales se pueden tratar fácilmente con la medicación adecuada. Lo mejor que se puede hacer es hacer una cita para ver a tu médico tan pronto como se note que está pasando algo extraño. Aunque puede parecerte un poco vergonzoso, recuerda que estas cosas nos suceden a muchas de nosotras y que los médicos están acostumbrados a tratar infecciones, ¡sin duda lo han visto todo antes!


Para más información útil sobre cómo cuidar tu V-Zone echa un vistazo a nuestros artículos sobre sequedad vaginal y productos especiales para tu vulva.

Descargo de responsabilidad médica

La información médica en este artículo se proporciona solo como un recurso de información y no debe usarse ni depender de ella para fines de diagnóstico o tratamiento. Consulte a su médico para obtener orientación sobre una condición médica específica.


Referencias

[1]  https://familydoctor.org/condition/vaginal-discharge/

[2] https://www.nhs.uk/live-well/sexual-health/keeping-your-vagina-clean-and-healthy/

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