¿Cómo enseñarle a tu hija a defenderse contra el bullying?

El bullying es un problema que afecta a muchos niños y adolescentes en todo el mundo. Como madre o padre, es fundamental brindarle a tu hija herramientas para que pueda defenderse y enfrentar estas situaciones con confianza. Te compartimos algunos consejos para ayudarla afrontar el acoso escolar de manera efectiva.

1. Fomentá su amor propio y autoestima

Una de las mejores maneras de preparar a tu hija contra el bullying es fortaleciendo su autoestima. Ayudala a reconocer sus fortalezas y capacidades, alentala a practicar actividades que disfrute y felicitala por sus logros, grandes o pequeños. Cuando una niña se siente segura de sí misma, es menos probable que los agresores logren afectarla emocionalmente.

2. Motivarla a rodearse de buenos amigos

Un buen grupo de apoyo puede marcar la diferencia. Ayudala a fortalecer sus relaciones con amigos que la respeten y valoren. Tener un círculo de confianza no solo la hace sentir acompañada, sino que también puede desincentivar a los agresores, ya que el bullying suele darse cuando la víctima está sola.

3. Enseñarle que ignorar también es una opción

Si el acoso no es físico ni peligroso, ignorar al agresor puede ser una estrategia efectiva. Muchas veces, los bullies buscan una reacción, y si no la obtienen, pueden perder el interés. Ayudala a entender que su energía es valiosa y que no debe dársela a personas que solo buscan lastimarla.

4. Enseñarle a buscar ayuda cuando sea necesario

Si el bullying persiste o se vuelve más agresivo, es crucial que sepa que no está sola y que hay personas que pueden ayudarla. Explicale que siempre puede acudir a docentes, directivos o incluso pedir tu ayuda para intervenir. No minimizar el problema y tomar acción cuando sea necesario es clave para proteger su bienestar.

5. Practicar respuestas asertivas

Tu hija debe aprender a responder de manera firme y segura ante situaciones de acoso. Dichas con seguridad pueden ayudar a enfrentar a quien la está molestando y demostrar que no es una víctima fácil. Practicá con ella frases cortas y directas, como:

• "No me hables así."
• "No me gusta lo que estás haciendo."
• "Dejá de molestarme."