Imagen de una chica posando frente a una pared de ladrillo - Saba

Te levantaste con el pie izquierdo. Estás en el peor día de tu período. Oh, y hay pronóstico de lluvia para toda la semana. No podés cambiar el clima, pero tenemos unos consejos buenísimos para ayudarte a sentirte mejor en cualquier momento del mes.

Lidiando con los sentimientos

Ya hemos visto cómo las hormonas afectan tu estado de ánimo.  Ya hemos visto otros motivos por los cuales el humor y el comportamiento pueden cambiar rápidamente.  ¿Pero qué podés hacer para manejar tus emociones? 
 
Esos momentos en los que no sabés si te sentís sola, enojada, cansada o triste pueden ser difíciles. Algo que puede ayudar es hacer un ejercicio para nombrarlas. Si expresarlos con palabras es complicado, intenta dibujar o escuchar una canción que exprese cómo te sentís. Con suerte, eso te ayudará a enfocarte y a manejar mejor tus emociones, porque las habrás exteriorizado y no seguirán atrapadas en tu mente. 
 
No pienses que tus sentimientos son buenos o malos. Por el contrario, consideralos como algo natural de la vida que todos en algún momento experimentamos. 
Imagen de una chica en la cama que le cuesta dormir - Saba

Dormí más

Parece simple, pero es increíble con qué facilidad podés olvidar cuidarte en el día a día, especialmente cuando estás cansada. Los patrones de sueño cambian por muchos motivos durante la pubertad. 

Puede ser por culpa del estrés que generan los exámenes o una discusión con una amiga o con alguien de la familia. O también puede deberse a los cambios físicos que estás transitando y que te dan más ganas de irte a dormir –y levantarte– más tarde (un desastre cuando tenés que levantarte temprano para ir a estudiar). Sea cual sea el motivo, está científicamente comprobado que los adolescentes necesitan más horas de sueño que los niños más pequeños. 

Si te falta un poco de sueño, no es para culparte. Probá hasta descubrir qué es lo que mejor funciona para vos, aunque tratar de dormir la misma cantidad de horas que estás despierta puede hacer que te sientas como una nueva persona. Intentá hacer algo que te relaje antes de desplomarte sobre la almohada, como bañarte, leer un libro o ver televisión con tu familia. Mantener todo lo que tenga pantalla lejos de tu mesita de noche ayudará a tu cerebro a desconectarse, y aunque tengas miedo de estar perdiéndote algo, pensá que dormir es como un regalo que te hacés. 


GIF de una chica con antojos y comiendo dos hamburguesas y papas fritas - Saba

Comé

¿Ese antojo de comer una hamburguesa a medianoche tiene algo que ver con las hormonas o se debe a que creciste un par de centímetros en un par de meses? En realidad, nadie lo sabe. 

Lo que sí sabemos es que tenés que alimentarte bien durante la pubertad, para que tu cuerpo tenga fuerza y tu cerebro esté preparado cuando los necesites.

Así como respetás las horas de sueño, también debés respetar los horarios de las comidas. No tengas miedo de mezclar. Un pollo con papas fritas podría ser el rey del sabor, pero un salteado, fajitas y fideos son una muy buena opción para incluir la porción de vegetales necesarios y hacer a la vez las comidas más divertidas.  

Obviamente, durante los distintos días de tu ciclo, tus niveles de apetito irán cambiando. Por lo tanto, hacele caso a tu instinto. Comé un poco más cuando estés muerta de hambre, pero no te obligues a terminar todo lo que tenés en el plato si te sentís llena. Además, tomá agua regularmente. A veces pensamos que tenemos hambre, pero en realidad estamos deshidratadas. 

Imagen de una chica haciendo una clase de gimnasia con otras personas - Saba

Hacé ejercicio

No tenés que ser una fanática del gimnasio para transpirar un poco o hacer algo de estiramiento de vez en cuando. Un paseo por el parque, nadar en una pileta o bailar en tu habitación pueden ser justo lo que necesitás si te falta energía o te sentís deprimida. En los días que estás con mucha energía, te ayudará a bajar un poco esa aceleración. 

Habrás oído que hacer ejercicio durante la menstruación es una mala idea. En realidad, sucede todo lo contrario. Está científicamente comprobado que hace bien. Analizamos esto más en detalle aquí.

Probá distintas cosas, hasta que encuentres lo que es ideal para vos. Siempre es lindo saber que estás fortaleciendo tu cuerpo y despejando tu mente al mismo tiempo. 


GIF de una chica bailando y divirtiéndose en la ducha - Noticias

¿Qué es ese olor?

La pubertad puede cambiar tu olor, especialmente debajo de los brazos y alrededor de la ingle. Estos olores varían en intensidad, pero no hay nada de qué avergonzarse. Quizás tengas ganas de ducharte más seguido durante algunos días de tu ciclo, especialmente si hacés mucha actividad física.  

La pubertad es un buen momento para establecer rutinas de higiene simples (así como nos lavamos los dientes dos veces por día, generalmente sin darnos cuenta). Aquí hablamos de la mejor forma de lavar la zona alrededor de tu vagina. 

Me siento sucia cuando estoy con mi período. ¿Por qué?

El hecho de que estés con el sangrado no significa que estés sucia. Es cierto, la sangre puede ser impredecible y manchar pantalones y sábanas. Y también es cierto que la sangre puede ser negra, marrón, roja o con coágulos. Pero no le hagas caso a quien te diga que la sangre es asquerosa. Los períodos son naturales y normales, y nadie estaría en este planeta si no fuera por ellos.

Cuando uso toallas femeninas siento que tengo puesto un pañal.

Hay soluciones para que pases tus períodos de la manera más cómoda posible; por eso, al probar los productos sanitarios podrás encontrar el ideal para vos. Tanto los tampones como las toallas femeninas deberían darte la libertad de hacer lo que quieras, incluso cuando estés con "alerta roja" debido a un sangrado súper abundante. 
 
Si no estás conforme con los productos que venís usando, hablá con tus amigas o con tu mamá para saber qué usan ellas. ¡Quizás te estés perdiendo algo! Es posible que se necesite un poco de prueba y error (y alguna ropa interior manchada) hasta encontrar lo que es lo ideal para ti.
 
Hay algunos productos de cuidado femenino que podés usar si tu flujo vaginal es abundante en los días de tu ciclo en que no estás menstruando. Además, si tus períodos son irregulares (como suelen ser durante la pubertad), un protector diario evita que te manches cuando el sangrado llega sin avisar, y te da tiempo a encontrar alguna toalla más absorbente.

Mantenete cerca de las personas (y cosas) que amás

Tu música, tu comida favorita, la almohada que te resulte más cómoda, un libro que conozcas. Las pequeñas satisfacciones de la vida te pueden dar una sensación de bienestar inmediato, así que anotá todas aquellas cosas que te hacen feliz. Entonces, cuando necesites levantar el ánimo, elegí algo de tu lista.
Imagen de tres amigas conversando sentadas en la parte de atrás de un auto - Saba

• Así como nunca te arrepentís de comprar un helado en verano, nunca te arrepentirás de haber hablado de algo que te preocupaba con alguien cercano. 

• Tu mamá quizás sea la mejor opción. Ella ya pasó por todo esto, y seguramente tuvo sentimientos parecidos a los tuyos. Un paseo en auto juntas, ponerse al día con su serie de televisión favorita o salir a caminar las dos solas puede ser la oportunidad de sincerarse sobre cosas de las que te da vergüenza hablar. 

• Anotá algunas cosas de antemano por si te ponés sentimental y te olvidás de lo que querías decir. Si tenés ideas acerca de cómo querés que te apoyen, ayuda a tu mamá diciéndole qué es lo que necesitás.

• Si ella no está, habla con alguien en quien confíes plenamente, como un hermano o hermana, tu papá, una buena amiga o la enfermera o el consejero de la escuela. A veces no es un consejo lo que buscás, sino simplemente alguien que te escuche. 

• Y recordá que tus amigos y tu familia también te pedirán apoyo algún día, así que nunca temas que estén demasiado ocupados como para atenderte. 

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